Aquí siempre estoy

Febrero 20/2010

¡A ti te escogí desde siempre!
y te he cuidado y te he enseñado
 y he preparado el terreno.
Y coloqué la semilla que también aboné, para que dieras frutos.
Algunos se perdieron,
otros prosperaron tanto que han crecido y siguen dando fruto.
Y cuando tu planta no fructificaba,
seguía trabajando y removiendo su sustento.
Y un día cuando casi se moría;
la podamos nuevamente, para que retoñará
y como un árbol frondoso resaltara.
¡Desde siempre te he cuidado!

Vosotros,
que esperáis mi regreso,
¿No os dais cuenta, que no me he ido?
Siempre me habéis tenido
en mi cuerpo,
en mi sangre.
Con mi alma y divinidad quedé allí,
-en el sacrificio-
 inmolado en el altar elevado al Padre;
para que me dejéis habitar en vuestros corazones,
en vuestro ser;
para comulgar con vuestro espíritu.

Con el cuerpo y con la sangre

¿Y aún esperáis que regrese, cuando no me he ido?
 Estáis como Tomás,
 Porque no me habéis visto, no habéis creído.
¡Si!
aquí, aquí
siempre estoy.
Cuando oráis,
cuando sale el sol,
cuando cae la lluvia,
cuando el rocío toca vuestros labios,
cuando la lluvia cae fuerte y
cuando la nieve se esparce en el horizonte,
y como maná
se precipita.

¡Si, aquí estoy!
Cuando sueñas,
cuando ríes,
cuando lloras,
cuando parece que todo está perdido,
cuando no tienes fuerzas.
¡Aquí estoy!
Mi niña,
¿no me ves, junto a la soledad de tu almohada?
¿aquí, en tu caminar de cada día?
!Aquí, junto a ti siempre estoy!
Os abrazo, os protejo, os mimo.

¡Hábladme!
Voltea tu vista a Mí.
¡Hábladme a mi corazón, que tanto ansía que le hables!
Escuchad de Mí,
búscadme en mi palabra,
búscadme en mi eucaristía.
No, no me abandoneis;
porque como un amante enamorado, espero de ti.
Así como ese amor que en lejanía espera abrazarte, así te espera el alma mía.
¡Hábladme, escúchame!
Mi sagrado corazón,
¡hace que tu corazón palpite enamorado!

En éxtasis, te he elevado hacia la luz.
Tu común unión se regocija en mi presencia
Te amaré eternamente.
¿Me amas?
~ !Sí, sí Señor, te amo!
Sigue orando y amando,
es todo lo que quiero.
Mi luz está depositada en ti, no me he ido.
 Déjame ser en ti.
El amor, el amor, el amor,
¡eso seremos … Amor!
Paz en vuestro  corazón.

Ostensorio

«Soy el único que te ama eternamente»

Soy el amor fiel.


El mensaje a la luz de la palabra

« Antes de haberte formado en el seno materno, te conocía y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí ». (Jeremías 1,5).

«  y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo ». “(Mateo 20,28)

«Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo:
“Tomad, comed, éste es mi cuerpo”. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo:
“Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”». (Mateo 26, 26- 28).