aún sois esclavos

Septiembre 2/2011  11:30 a.m.

“Yo Soy el Señor que saco al pueblo de la esclavitud.”

Vosotros aun sois esclavos.
Esclavos del trabajo, esclavos de las cosas materiales
Esclavos de los vicios, de la sensualidad, de la sexualidad,
de las avaricias del mundo.

Amasáis fortunas que van a ser derribados con el aire, el viento y el agua.
¿Para qué os matáis?
¿Por qué corréis desesperadamente?
Cuando todo proviene de mi mano, de mi amor.
Todas las cosas que están en el cielo, la tierra y en el universo.

¿Por qué no hacéis buen uso de vuestras riquezas?
Mientras unos mueren, otros solo piensan en vanidad de vanidades
Otros moldean sus cuerpos, mientras vuestros hermanos mueren.
¿No han aprendido vuestra lección?

Vendrán tiempos difíciles y seréis reconocidos por vuestra luz acumulada,
es decir, por la cantidad y calidad de amor que hayáis brindado a vuestros semejantes.
Recuerda: Lo que hacéis con cada uno de mis hermanos, lo habéis hecho a Mi”
Regalad sonrisas.
No os preguntare cuantas libras has perdido, ni cuánto dinero has acumulado.
Que vacíos estáis cuando no quieres ver el dolor y el sufrimiento de mis pequeños, de la humanidad.

Volved los ojos a mí. Volved a mi Palabra
Regresa que como un Padre amoroso espera a su hijo de destierro, sí os estoy esperando.

Reflexionad, meditad mi Palabra que os he dado por eones luz
Buscadme en mis textos sagrados.
Buscad de mí, como el ruiseñor busca a la aurora
Como el rocío la alborada. Buscad de Mí.

Aún hay tiempo para el regreso.
Mi Madre sostiene la ira que en cualquier momento se va a desatar
Por todos aquellos que profanan mi nombre y no creyeron en el Padre.

Y en su Espíritu que va unido al vuestro.

Se os acorta el tiempo y mi paciencia.
Volved a Mí, Volved a Mí.

No seáis como Tomas, ciegos e incrédulos,
Dichosos aquellos que sin haber visto han creído.

No consultéis oráculos, brujos o hechicerías. Pues ahí No estoy yo.

Yo Soy el Principio y el Fin el Alfa y el Omega. Os Amo, Jehová, Yave, tu Dios. “Yo Soy El Que Soy”

El mensaje a la luz de la palabra

“Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre. Nosotros clamamos a Yahveh Dios de nuestros padres, y Yahveh escuchó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestras penalidades y nuestra opresión, y Yahveh nos sacó de Egipto con mano fuerte y tenso brazo en medio de gran terror, señales y prodigios.” (Deuteronomio 26,6)

“Inclina mi corazón hacia tus dictámenes, y no a ganancia injusta. Aparta mis ojos de mirar vanidades, por tu palabra vivifícame”. (Salmo 119,36-37)

“Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.» Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ¿Os haréis libres?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libre” (Juan 8, 31-36)

‘Pero en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que en realidad no son dioses. Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo? Andáis observando los días, los meses, las estaciones, los años (Gálatas 4,8).

“Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. Pero afuera quedaran los pervertidos, los que practican la brujería, los que comenten inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño.”(Apocalipsis 22, 14-15)