fuente de vida eterna
Febrero 2/2021 11:15 a.m.
Que la lluvia que cae, refresque tu alma;
que el rocío de la aurora, purifique tu camino;
que el trino de los pájaros, den dulzura a tu existir,
y el oleaje de la mar, se lleve tu tristeza.
Pero solo Yo con mi presencia doy vida y alegría a tu existir;
solo yo con mi palabra,
̴ Señor, tu eres palabra de vida eterna. ¿A quién iremos?
doy la vida, vida eterna.
Solo yo, en la fracción del pan doy alimento y nutro el alma.
Almas débiles, caídas en engaño;
almas tristes, por mi ausencia;
almas solas, por ausencia de nuestra presencia.
Almas, almas, almas que amo y he rescatado con el precio de mi sangre,
y el dolor de mis entrañas.
̴ ¡Oh Jesús, mi señor!,
̴ piedad y misericordia por nosotros, almas infieles a la palabra del Padre Celestial.
Hija mía, compré las almas con el precio de mi sangre,
como con el dolor de una madre, que va a dar a luz a su creatura.
Las compré con el amor divino,
amor que no tiene medida, ni fronteras;
las compré con el gozo de la salvación eterna .
Las compré y me preguntas: «¿cómo así que las compré?».¡Sí, las compré!,
como a los esclavos que llevan cadenas y ataduras en las manos,
ojos vendados y pies amarrados.
Las compré con mi presencia.
¡Dios hecho carne, Dios bajado a la humanidad!
Por ser hijos y hermanos de un mismo Padre,
¡los compré!
Los lavé y purifiqué, para que sean ofrenda agradable al Padre;
para que sean vasos,
vasijas fuertes con mi sangre.
Sangre que liberará y sanará, a todo aquel que se acoja a mi presencia,
a mi misericordia, y a la gracia que el Padre siempre otorga:
¡la gracia de la gratitud de su amor!
Amor que hoy pocos conocen,
porque no se acercan a la fuente de la Vida Eterna.
¡Ven conmigo y solo nunca me dejes!.
Es aquí,
en donde te llenas de mi amor y de mis gracias,
es aquí,
donde derramo mi amor.
̴¡Oh Jesús, por favor ten compasión del mundo entero,
̴de los enfermos, del Papa, de los gobernantes!
Pídeles que se acerquen a mi gracia, a mi vida, a mi luz.
¡Soy Jesús Eucaristía!
¡Soy Jesús Sacramentado!
¡Soy Jesús, el Cristo, Emmanuel!
¡Dios con vosotros!.
Parece que muchos no saben,
que no se mueve una hoja -no se cae una sola- sin la voluntad del Padre.
Acercaos a mí, acercaos para que os abrace, como a un gorrión herido;
para sanar las heridas, que calan en lo profundo de vuestro corazón.
Os amo!, hija, ¿me amas?
̴ ¡Señor, Señor mío, tu sabes que te amo, ven conmigo a todas partes!
No olvides hablar de la adoración al Padre Celestial,
el Rosario a mi Madre y el refugio en mi Padre Santo, San José.
Ve, sigue tu camino, tú sabes que te amo.
̴Señor, ¡yo también te amo!.
¡Apacienta mis ovejas! Mi paz os dejo, mi paz os doy.
Tu amado Jesús.
El mensaje a la luz de la palabra
«¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos.» (Mateo 10, 29-31)