La duda y la razón

Abril 30/2010 2:40 am

Es la duda y la razón,
las que contemplan las almas,
que no conocen mi existencia.
Duda,
al saber que son creación perfecta.
Y razón,
que no les deja humillarse ante mi majestad divina.
Pobre de aquellas almas
-que como Tomas-
 dudan de mí existir.
¡Ellas no verán la luz del Padre!,
¡mi Luz!

Apostol Santo Tomás

Apóstol Santo Tomás por Diego Velásquez

Si no doblegan su orgullo y fortaleza,
que crece como una muralla
[que no deja penetrar mi palabra, en sus corazones enceguecidos y endurecidos]
al no conocer la voz del Padre.
-Cuando os doblegáis ante mi presencia-
es cuando mi corazón se abre totalmente:
 a vuestra existencia,
a vuestro corazón,
a vuestra sutileza.
Por eso os invito a ser humildes
y compartir mi amor divino en todo instante.
¡Este es el único que os podrá salvar del fuego del infierno!

Hombre Pensando

Sí, porque cuando dudáis de mi existencia,
dudáis del paraíso y del cielo que os he guardado para vos.
¡Por eso os invito a que no razonéis!
Porque Yo no soy un ser de razonamientos humanos.
En Mi está el Espíritu del Padre
-El misterio divino que se entrega día a día en mi sagrada comunión-
Allí encontrareis la verdad que sacia a toda alma del cansancio, del desamor;
 del frio que hace que vuestros corazones se tornen como piedras.
Volved los ojos al interior de tu conciencia, al interior de vuestro ser;
porque es allí donde tu espíritu puede escuchar mi Espíritu.
Os la pasáis en las cosas del mundo
¿Cómo podéis verme o escucharme, para que dejéis de dudar de mi existencia?

Esa es la humanidad de este siglo,
Sorda, ciega y muda a los mandatos divinos.
A la gracia y la misericordia
que se quiere derramar sobre vosotros.
No andéis ciegos, ni sordos.
¡Venid a Mí!
¡Venid a Mí!
Olvidaros de las cosas mundanas,
porque algunas de ellas no existirán ya más para distraeros.
Yo estoy delante de todo aquel que vea mi existir
y viviré con todo aquel que me deje entrar en él.
¡Mira, la puerta es corta y cada vez se hace más estrecha

Virgen Manto Azul

Volved a mí,
¡porque os amo!
Mirad a mi Madre y a su Santísimo corazón,
que sufre por vuestra ignorancia
Y vuestra falta de amor a mi corazón.
Todos los días lo desagravian
 y lo hacen sufrir.
¡Escuchad la voz de Mama!
Ella si sabe cómo llevaros a Mí
¡Oren, oren!
¡Oren en todo momento!
¡En todo lugar!

El mensaje a la luz de la palabra

«Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: “La paz con vosotros” Luego dice a Tomás: “Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente”.» (Juan 20,26- 27)

«Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y ante el Señor hallarás gracia. Pues grande es el poderío del Señor, y por los humildes es glorificado». (Eclesiásticos 3,18)