estoy muy triste

Junio 19/2012   10:40 p.m.

Virgen

¡Estoy muy triste, estoy muy triste!
Tengo dolor en mi corazón,
en mi corazón solo corren lágrimas.
Las lágrimas del dolor y de la soledad que pasaba mi Hijo.
Todo el dolor que mi Hijo sufrió.

Hoy mis hijos no sienten dolor
Por el dolor ajeno
El dolor de los pequeños
El dolor de las naciones que tienen hambre y frio
Hambre y sed de amor. Hambre y sed de amor

Vosotros mis hijos,
lleven la luz, lleven el amor,
lleven la palabra de mi Hijo.
Fue mucho el dolor de mi Hijo
y la agonía que pasaba.

Esos momentos,
esos minutos, eran para El de un gran dolor.
Pero Él era obediente.
Obediente a la palabra del Padre,
a la misión por la que venía.

… A aplastar a Satanás con mi amor.
Éramos dos corazones en uno.
Dos corazones sufriendo la agonía,
la agonía que pasábamos¡
por amor a la humanidad!

Cada gota de mi Hijo
Eran gotas que desgarraban mi corazón
Eran gotas que hacían que mi corazón casi se pare
Nadie, nadie me acompañaba en ese inmenso dolor
Era mi agonía al lado de mi Hijo

Hoy os quiero dejar saber que ahora sois vosotros
Quienes me acompaña en la tristeza
El dolor y la pasión que ambos sufríamos.

Cristo de salamanca

No desfallezcáis de acompañarme y de acompañar a mi Hijo
El ve vuestras oraciones y colocará el sello,
Su sello precioso de su Santísima Sangre
Sobre vosotros y vuestras familias.

Propaguen,
propaguen el dolor y el amor a la sangre de la redención.
¡Esa sangre divina que os ha salvado!
Mis hijos os amo.
¡Cuando acompañan a mi Hijo, me acompañan a mí en mi dolor!

A algunos…
 mi Hijo les permitirá sentir
“el dolor de la pasión”
Serán Cristo vivos,
que lleven la pasión en sus manos y en sus pies.

Para que,
 los que los ven, sepan:
– qué fue ,a través, de su bendita sangre-
“que fueron comprados”,
para la salvación de las almas.

Y son comprados y lavados vxuestros pecados.
Para que puedan entrar por la puerta angosta,
-la puerta que cada vez se hace más angosta-.
Hablen de la Sangre de mi Hijo,
¡que puede salvar las almas del mundo entero!

Os amo.

Mi corazón reinará
Nuestros corazones unidos reinarán.
Oren por la corredención en la Iglesia
Os amo. Oren, oren, oren.

«∼ Este mensaje fue recibido durante la hora del Getsemaní., mientras realizábamos la vigilia del jueves por la noche, para acompañar a Jesús y prepararnos para consagrarnos a la devoción a la preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Me quebrante en llanto ante el dolor de la Santísima Virgen, pues podía sentir el dolor y la soledad que nuestra Madre colocaba en mi corazón y solo lágrimas corrían por mi rostro, ante su presencia en medio de nosotros».

Cuenta la hermana Lucía que, algún tiempo antes que su prima marchara al hospital donde moriría, ésta afirmaba:“–Ya me falta poco para ir al Cielo. Tú te quedarás aquí para decir que Dios quiere establecer en el mundo la devoción del Inmaculado Corazón de María. Cuando sea preciso decirlo, no te escondas. Di a todo el mundo que Dios nos concede las gracias por medio del Corazón Inmaculado de María; que se las pidan a Ella; que el Corazón de Jesús quiere que se venere a su lado al Corazón Inmaculado de María; que pidan la paz al Inmaculado Corazón de María; que Dios se la entregó a Ella. ¡Si pudiese meter en el corazón de toda la gente la lumbre que tengo aquí en el pecho quemándome y haciéndome gustar tanto del Corazón de Jesús y del Corazón de María!

heraldosdelevangelio.org/articulos-de-interes/por-fin-mi-inmaculado-corazon-triunfara

El mensaje a la luz de la palabra

« ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo!  Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.» (Hebreos, 9 – 14-15).

«Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción – ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! – a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones». (Lucas 2,33-35).