Contemplen mi misericordia

Dice el Señor:
De nuevo extiendo mis brazos por amor al mundo y a ustedes y los mantendré abiertos porque mi misericordia aún se sigue dispersando para aquel que la pide. No piensen que mis brazos se han cerrado, aunque me bajaran de la cruz, siempre están abiertos para acoger a todo aquel que viene hacia mí.
Hablen a otros de mi amor,
Hablen a otros de mi amor
Hablen a otros que vengan hacia Mí
Por qué solamente en Mi podrán encontrar paz en sus almas.

Aún muchos están ciegos en el mundo sin mi presencia,
Contemplen mi presencia
Contemplen mi presencia en la cruz
Contemplen a aquel que ha venido con amor a ustedes y a muerto para salvarlos del pecado.

Miren cuanto amor ha tenido el Padre con ustedes, entregando mi vida por su salvación y rescate.
Algunos no han comprendido lo que significa la cruz
Hablen del precio de la cruz
Hablen del sentido de la cruz
Hablen de lo que sufrí por amor a la humanidad
Hablen a sus familias de aquel que murió en la cruz para liberar los del pecado.
Hablen de Mi
Hablen siempre de mis palabras que solamente les puede dar vida
Hablen de mi misericordia
Hablen de mi poder restaurador del mundo

Han venido preparándose, han venido orando.Oren cada vez más sin cesar, sin cansarse ,hagan sacrificio, hagan ayuno. Hablen de lo que voy haciendo en sus vidas.
Miren que estoy tocando a ustedes de nuevo y si por lo menos ustedes escuchasen mi voz. Muchas cosas aun cambiarían en sus familias. Pero aún pequeñeces, les roba la paz a sus corazones. Miren a la cruz siempre, miren a la cruz.

No crean que sus preocupaciones y sufrimientos son grandes. Acaso les parece poco lo que viví Yo, lo que pasé yo por amor a ustedes. 

Misericordia

 

Miren siempre mi cruz, miren siempre mi cruz, clamen, clamen, aquel que los ha amado hasta el extremo, muriendo en la cruz. Mis brazos de nuevo se extienden para ustedes, de mis manos brotan sangre para vuestra salvación.

Clamen las llagas de mis manos, pidan y lleven a sus familias en la llaga de mis manos, recuerden que, a través de mis manos, yo tocaba los enfermos y eran sanos. Recuerden que, en mis manos extendidas, allí en mis manos extendidas siempre encontraran consuelo. Pero busquen, busquen, cada vez más, anhelen cada vez más. Hablen de mi misericordia.

Al abrir sus ojos, contemplen mi misericordia
Al despertar clamen mi misericordia
Al acostarse pidan mi misericordia

 

El mensaje a la luz de la palabra

“Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación: (Lc. 1, 50)
“Pero Dios es rico en misericordia. ¡Con qué amor tan inmenso nos amó! Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo. ¡Por pura gracia ustedes han sido salvados!” (Ef. 2, 4-5).