mi rosario arma que detendrá la guerra que se aproxima

Octubre 11/2015

¡Hija mía, escribe!
Hoy  vengo,
-a estar con vosotros
 como la Madre amorosa,
 que nunca deja a sus hijos solos por el mundo.

Vengo,
-a estar con vosotros-
 en medio de un mundo convulsivo,
 que quiere robaros la gracia,
 que mi Hijo os quiere dar. 

Hoy,
 Él os ha reunido, para que le conozcáis
y abráis vuestros corazones a la gracia que
– a través de mi corazón y de la presencia de mi Hijo eucarístico-
  recibiréis en vuestro corazón. 

El amor que muchos no han tenido,
el amor que todos deseáis tener:
¡Mi Hijo, amor absoluto!
 Que se os da como pan de vida,
¡vida eterna!,
para que viváis en alegría.

María Virgen

Nuestra Señora de Fátima

Toco muchos corazones,
 para que seáis heraldos de mi Hijo y mis heraldos.
Vayan hijos
-sin miedo por el mundo-
 porque mi Hijo y Yo estamos con vosotros.

 ¡Oren, oren, Oren!,
¡ ayunen!
hagan penitencia por vuestras familias,
por vuestra Iglesia, por vuestros pastores,
¡ oren por la paz del mundo!

Hijos, hijitos
¡os amo!
Mi amor y mi paz os dejo,
 plasmada en vuestro corazón,
¡en vuestros corazones!

Hijos míos,
 os amo y os pido no os apartéis de las palabras de mi Padre.
El amor, sólo el amor es lo que deseo que seáis;
solo amor puro y divino que es lo que hoy se dará a vuestros corazones.
¡Os amo os amo os amo!

 Paz a mis santos Sacerdotes,
¡El Padre os bendice!
 Amén, amén, amén. 
Recordad que sois sagrarios de mi Hijo,
¡os amo!

¡Mi Rosario es el arma qué detendrá la guerra que se aproxima! Rezad, orad y vigilad.
Os quiero unidos,
 con mi Hijo y en mi Hijo.
¡Os bendigo!

Rezando el rosario

∼ Octubre 11,2015. El grupo de oración San Pio de Pietrelcina de East Boston realizaba su retiro anual del seminario de vida en el Espíritu. En el momento de adoración al Santísimo Sacramento  -y mientras el sacerdote confesaba- se realizó el rezo meditado del santo rosario y es así como la presencia de nuestra Madre se iba manifestando.  Estaríamos presentes unos 35 hermanos, unidos en oración en la capilla, cuando una gran paz nos envolvió; esta paz circundaba todo el ambiente del sitio donde nos encontrábamos.

En el tercer misterio, vislumbrando con los ojos de mi alma, aparece Nuestra Señora la Santísima Virgen -en la advocación de la Reina de la paz-  quien colocaba estas palabras en mi corazón. Al no tener lápiz y papel a la mano, pido el favor que alguien me traiga una hoja y fui escribiendo el mensaje sin parar. Nuestra Madre del cielo, al igual que en las apariciones de Fátima, nos pide que se ore el Santo Rosario; esta es la única arma, que puede detener la guerra que está a punto de estallar.

oren oren

Una guerra que se ha pospuesto por el ayuno, oración y la mortificación de muchos hermanos, a través del mundo que aman y obedecen al llamado de la Santísima Virgen; quien como buena madre se preocupa por sus Hijos. Con el corazón en la mano yo los invito, en el nombre poderoso de JESUS, a que seamos obedientes, dejemos la rebeldía y la pereza, meditemos el rosario diariamente; para que seamos salvos nosotros, nuestras familias y el mundo entero.

El mensaje a la luz de la palabra

«Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. Jesús le respondió: “Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora”. Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga”». (Juan, 2, 1-5).