mi corazón sangrante y adolorido

Septiembre 24/2013  11:30 p.m.

Yo estoy en ti y tú estás en mí,
Como el Padre me ha enviado,
Así Yo también te envió.

Déjame ser en ti,
Déjame estar en ti
Y así caminaremos juntos
Los miles caminos, que aún faltan por caminar.

Hija mía, mi amada
Aún hay muchos que están ciegos,
Aún hay muchos que no me conocen
Aún hay muchos que creen conocerme. Pero solo conocen lo poco que otros les hablan.
Aún ellos no saben que vivo. Que vivo en los que me aman y cumplen mis mandatos.
Aún pagan mal por mal,
Aún sus corazones se oscurecen, por la mentira, por la soberbia,
El engaño, la ira y la falta de amor a sus hermanos.
Sepulcros blanqueados
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo abrirán sus corazones a la luz?
La luz del Padre. Al Amor.
¿Hasta cuándo, seguiréis con las vendas en los ojos
Cuando no paráis a ver la viga en tus ojos,
¿Y vez la paja en tu hermano?

¿Hasta cuándo?
Cuánto engaño dentro de vosotros mismos
Cuánta ceguera, porque no paráis a reflexionar
Sobre vuestra manera de actuar.

¿Por qué no dedicáis el día al Señor vuestro Padre?,
¿Por qué seguís ciegos, en un mundo sin Dios?
Se os olvido el amor,
Se os olvido el perdón,
Se os olvido la esencia de vuestro ser.

¿Cuántos más seres arrasados,
¿Por las fuerzas del agua, del fuego y del viento?
¿Cuántos más serán llevados a los abismos del infierno?
¿Cuántos más?

Civilización pobre
Civilización olvidadiza
Civilización sin luz.

Oh Hija!
Habla de mi misericordia
Habla de mi corazón doliente y afligido.
Cuanto os Amo.
Pero veo, como vosotros mismos os destruís
Y apartáis vuestro camino del único que puede salvaros.

Mi pequeña,
¿Cómo mis ojos ven tanta soledad y tanto dolor?
Soledad y dolor, que no tienen razón de ser,
¿Por qué sufrir?
Y aún soy Yo, el que sufro por vosotros
¿Y aún no entendéis?
¿Por qué sufrir?
Si son mis manos, mis pies, mi corazón
Aun sangrando, sangrante y adolorido.

Por tanta frialdad,
Por tanta desolación
Por tanta falta de caridad
Por tanta falta de Dios.

Eso es, la falta de mi Padre
La falta de su Palabra
La falta de su vida
Mi vida, en vuestras vidas.

Tantos gobernantes, dejados seducir por Satanás
Tantos gobernantes, comprados por el oro y la plata, el poder, por la avaricia y la ambición.
Tantos gobernantes, sin Dios, sin la Palabra de la vida eterna,
Por eso vais a la destrucción masiva,

Seguirán las guerras,
Seguirán las almas sin ver.

 

Corazòn sangrante

 

Hablad, hablad de mi Misericordia
De mi Sangre, de mi corazón doliente
Pero de la infinidad de amor
De Dios por su creatura
Que en el momento que retorne al Padre
El abrirá sus brazos, para amarle y perdonarle.

Hija mía,
Estoy vivo y tú lo sabes
Estoy vivo y tú me amas
Estoy vivo y vivo dentro de ti
Amadme y consoladme
Pues mi corazón vive una agonía más profunda
Al saber que no me aman.

 

Sacerdotes

 

Hablad de mi Pasión. No la que viví,
La que aún sigo viviendo
Mi desolado corazón, sigue sufriendo por vosotros.

Estad preparados
Estad preparados
Estad preparados.

Vuestras cargas livianas,
Vuestras sandalias listas para andar,
Pues caminarás conmigo
Aún nos queda un tiempo, para caminar juntos,
Aún nos queda un tiempo, para recoger las ovejas
Que vamos recogiendo con Mamá.

Mantén limpia tu morada
Mi morada. Que es en la que hago morada eterna
Para que los que no me conocen, me aprendan a ver
A través de tu morada.

Mi niña, No estéis nunca triste
Tú has visto mis ojos, tú has visto mis manos,
Te deje ver mi corazón doliente y con espinas
Para que sientas también mi pasión.

Hablad, hablad, hablad,
Que el tiempo se acorta.
Orad, orad, orad a todo momento
En tiempo y en destiempo.

Orad por mi Iglesia que se separa y se separará pronto.
Orad por vuestro Pastor,
Y por el guía que os he puesto. – Fr. EM.
Pues Él sabe que vivo y moro en El.
Como tú en mí y Yo en El y mi Padre en vosotros.

A mis niños que me aman, que me sigan amando,
Que sigan orando. Os amo, os amo, os amo.
Mi dulce niña, os bendigo en el nombre de mi Padre.

rosario de luz

 

 

No olvidéis difundir el rosario, para que se abra el camino de la luz a mi regreso.
Mi amor y mi paz os dejo. Os Amo. Hablad con El (el sacerdote. Fr. EM.) que Él os comprenderá.
Os Bendiga el Padre. Cristo hoy, Cristo ayer, Cristo siempre.

El mensaje a la luz de la palabra

Este mensaje lo recibo estando en oración, El Señor me revela su corazón, sangrante, rodeado de espinas y a la vez también me permite experimentar su tristeza y su dolor. La agonía que se siente, queda corta a las palabras humanas, un profundo dolor u opresión en el pecho, y una sensación de ahogo. Solo lágrimas corren por mi rostro, ante su dolor y mi pecado.

Si, Jesús, vive,“ y he aquí,yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”( Mateo 28,20) su corazón late con el nuestro cada vez que lo recibimos en la Santísima Eucaristía, pero pocos lo sabemos. Pocos lo visitamos en los sagrarios donde permanece solo, allí esperando tu regreso, tu amor y tu entrega total.